Las luces de navidad o cómo nos enredamos sin necesidad…

Solemos ver la vida tan complicada que muchas veces olvidamos que quienes la enredamos somos nosotros mismos. Anoche tuve uno de esos sueños tan vivos que aún después de seis horas que llevo despierta sigo pensando si pasó o no. Pues bien, estaba en un campo espectacular de esos que vemos en revistas y que creemos que existen sólo en ensoñaciones, pero lo cierto es que este paisaje es real y no queda muy lejos de donde estoy.

De esta manera, después de disfrutar de todos esos verdes, tierras, rojos y azules, y respirar la tranquilidad que emanaba, el ambiente se fue cerrando y la escena quedó convertida en una suerte de galería de arte muy elegante donde yo trataba de pasar desapercibida, pero que inevitablemente era parte del todo. Fue un breve instante extraño, y sueño al fin, dejaba de estar allí para situarme en la casa de una mujer amish que me decía que estaba preocupada porque ese lugar estaba tan oculto que nadie podía encontrarlo, pero que sin embargo, allí estaba yo, ¿y cómo había llegado yo allí?

Así que pasé de estar disfrutando de colores ardientes en praderas impresionistas a un lugar desconocido, y de paso tenía que buscar la manera de calmar a esta mujer para que no se preocupara de ser descubierta por el mundo exterior.

Mi respuesta fue decirle que colocaran alrededor de su pueblo amish un telón pintado de manera tan hiperrealista que no pareciera un telón y que al pasar por allí nadie se diera cuenta que había algo más allá .

La mujer creo que quedo agradecida con la idea, y yo me fui conduciendo mi carrito, uno muy pequeño, e iba viendo cómo caía el telón detrás de mí. Luego llegué a una bomba de gasolina, y pasaron unas cuantas cosas después que no recuerdo con exactitud.

Creo que lo que quiero decir, es que la vida muchas veces nos sorprende con cosas o situaciones que no estamos esperando y en cambio, aquellas con las que estamos empeñados en ocasiones se nos complican de tal manera que nos volvemos un nudo. Es por esto que la mejor manera de no complicar las cosas es buscando soluciones sencillas, positivas o al menos si no podemos hacerlo, tratar de no enredar más las cosas.

La maraña de luces navideñas que cada año intentamos desenredar, no tuvieran mayor problema si al guardarlas lo hiciéramos de la manera adecuada. No es el qué sino el cómo.

Feliz día para ti. Gracias por seguir leyendo.

Mireya

Advertisement

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s