
Hace unos días retomé el quehacer artístico. Tenía mucho frío para ponerme a pintar con pinceles, pinturas y agua. Esa agua helada que después me deja temblando. Así que fui más práctica y volví a pintar en digital, no es la misma sensación, pero me agrada bastante, sobretodo porque los resultados que espero salen maravillosamente.
Así, influenciada por el arte abstracto que me ha estado atrayendo desde hace mucho, primero Kandinsky, luego Mondrian, pasando por Pollock y últimamente súper influenciada por las obras de Rothko, empecé a trazar líneas, que luego fueron pinceladas, cuadros, manchas, colores, tonos que se entrelazaban bailando al unísono generando esa forma o esa no forma que busca mostrarme a mí.
y sí, soy yo expresada en esos colores, es mi alma hecha luces y sombras, son esos matices los que me calman el alma, me muestran en este presente y exaltan mis emociones. No hay ansiedades. No hay avalanchas.
Hoy me abrazo con fuerza.
Feliz día.
Mireya